jueves, 14 de mayo de 2015

Casa de la Memoria Indómita; donde la violencia de Estado no se olvida.

El edificio, bajo la coordinación del Comité Eureka; una organización no gubernamental que desde su fundación en 1977 se propuso localizar a todos los desaparecidos políticos en México, alberga la historia de los desaparecidos políticos de los últimos 40 años y que de alguna manera es un reconocimiento a los luchadores sociales desaparecidos en el país. Cuenta con salas (7 salas con exposiciones permanentes y una sala con exposición temporal), cafetería y un auditorio de usos múltiples dedicado a los derechos humanos. Ubicado en Regina 66, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.

El museo se sostiene con el apoyo de estudiantes voluntarios que en sus tiempos libres se encargan de él. No hay cuota para entrar. Los donativos voluntarios y los recursos que aporta el Comité Eureka! son su único apoyo económico. Sus puertas están abiertas de 11 a 16 hrs.






 “La oscuridad engendra la violencia / y la violencia pide oscuridad / para cuajar el crimen (…) Recuerdo, recordamos. / Ésta es nuestra manera de ayudar / a que amanezca…”.


La Casa de la Memoria Indómita, llamada así porque se busca que sea un espacio “vivo, indomable, nunca domesticable, persistente”.

En 1977 se constituyó el Comité Pro-Defensa de Presos Perseguidos, Desaparecidos y Exiliados Políticos de México, hoy Comité ¡Eureka!, integrado por madres y familiares que exigían la presentación con vida de sus seres queridos desaparecidos. Hoy, 557 casos siguen pendientes. Después de décadas de lucha, algunas de esas “doñas” —como se les llama de cariño— habían muerto; otras estaban enfermas. Entonces se preguntaron “¿Qué pasa si nos morimos?”, “¿cómo nos quedamos?”. Así nació el proyecto de abrir un espacio de sensibilización, difusión, estudio, denuncia y demanda.
Con videos, audios, documentos e instalaciones artísticas, el recinto documenta e ilustra la Guerra sucia, las matanzas del 2 de octubre de 1968 y del 10 de junio de 1971, los sufrimientos de las víctimas y las estrategias represivas del Estado, las batallas de los familiares de los desaparecidos, las demandas pendientes, así como las secuelas actuales del fenómeno:



Comenzando por el paradigma que todavía hoy representa el año de 1968. En la primera sala podemos apreciar imágenes, videos y audios de aquel 2 de octubre, de aquella Plaza de las Tres Culturas que alberga una parte importante de nuestra memoria política. Podemos escuchar las declaraciones del ex presidente Gustavo Díaz Ordaz, así como hundirnos en la lectura de la carta de un estudiante desaparecido el 10 de junio de 1971, el día del Halconazo

La siguiente sala es de color rosa, donde unas viejas televisiones nos muestran imágenes de los ex presidentes Luis Echeverría y José López Portillo, fragmentos de películas y un video institucional que explicaba algunas de las funciones de la extinta Dirección Federal de Seguridad. El mensaje es contundente: la visión rosa que los medios de comunicación de la década de los setenta difundían a miles de mexicanos.


La siguiente habitación nos transporta a una horrible sala de interrogatorio, donde la única luz que existe en el cuarto es la que alumbra la silla negra que se encuentra en medio del cuarto. Escuchamos las recreaciones de los desgarradores testimonios de sobrevivientes de la DFS. Una mujer relata cómo fueron electrocutados sus genitales mientras la amenazaban con lastimar a su familia si no hablaba. O de un hombre que le hicieron comer su excremento.



Pasamos a una sala llena de fotografías de jóvenes desaparecidos. Decenas de fotografías adornan los muebles típicos de las familias en esos años.


Pancartas con consignas políticas, propaganda electoral y algunas fotografías de manifestaciones. En un pequeño espacio ambientado como un calabozo, hay jaulas de ratones; en cada una de ellas podemos apreciar la foto de políticos mexicanos, con traje de penitenciario, y con un cargo ficticio. Entre las figuras públicas podemos encontrar a Felipe Calderón, Gustavo Díaz Ordaz, Genaro García Luna, Vicente Fox, Enrique Peña Nieto, entre otros.

El recorrido termina con la exposición fotográfica temporal.



miércoles, 13 de mayo de 2015

El neoliberalismo en México.

El neoliberalismo es un modelo económico que se enmarca dentro de las doctrinas del liberalismo económico, a su vez dentro del sistema capitalista; la privatización, por la idea de que la administración privada es más eficiente y adecuada que la administración pública.



El neoliberalismo surgió en 1930, como una manera de superar la crisis de la Bolsa de Nueva York en 1929, que puso en jaque al mercado de valores. El neoliberalismo impulsa el fortalecimiento de las economías nacionales, pero a partir de una división del trabajo pensado a gran escala, para de ese modo poder ingresar en un proceso de globalización, lo cual se denominó división internacional del trabajo, donde cada país fortalecía e impulsaba su economía en un sector específico: en el caso de los países de América Latina, la agricultura, la ganadería y otras actividades primarias fueron los principales motores de inserción en esa división internacional, mientras que los países europeos y Estados Unidos empujaron su capacidad industrial y desarrollo tecnológico.



En el caso de México, el neoliberalismo inicia con la ruptura del modelo prevaleciente por más de tres décadas: el modelo de crecimiento económico, sustitución de importaciones, desarrollo hacia adentro y economía mixta.
Desde la década de los cuarenta, la estrategia de desarrollo en México, se sustentó en la protección del mercado interno, a través de barreras arancelarias y no arancelarias que mantuvieron al aparato productivo virtualmente aislado de la competencia internacional. El Estado, desempeñó un importante papel, al asumir un alto grado de intervencionismo y regulación de la actividad económica.

 En México, el modelo neoliberal ha significado el desmantelamiento de la economía nacional y la pauperización del nivel de vida; esto en sí mismo ya es mucho decir, ya que de aquí se derivan la mayoría de los problemas que aquejan al país. El mismo fenómeno de la economía criminal expresada en el crecimiento del narcotráfico es resultado de un campo abandonado, así como de un campesino vulnerado por la pobreza y que se encuentra en la total indefensión. Suponiendo que la estrategia para acabar con este tipo de actividad ilícita es bienintencionada, es decir, que no hay intereses de ningún otro tipo, ha resultado la decisión más equivocada, ya que nos arroja un saldo de aproximadamente 60,000 muertos y un país donde la actividad económica  productiva se ve amenazada por la delincuencia organizada. El mismo país donde el libre tránsito por las carreteras nacionales se convierte en un acto verdaderamente temerario, y donde la soberanía nacional es cada vez más vulnerada por la intervención –disfrazada de cooperación- de los Estados Unidos.  Otro devastador resultado de la falta de oportunidades en nuestro país es la migración, exagerada por un mal planteamiento del TLC que jamás aprobó el capítulo de libertad de tránsito de mano de obra. La gran paradoja de la migración es que Estados Unidos y Canadá, al establecer un orden neoliberal, crean a los migrantes que buscan una mejor vida en sus territorios.
El desempleo, la caída del salario real, la pérdida de condiciones de trabajo dignas, son resultado de una política laboral que desprotege a la fuerza de trabajo en favor de la competencia y la reducción de costos, esto representa un gran conflicto para la clase trabajadora ya que depende del salario como medio de vida. 


En conclusión, México ha experimentado el neoliberalismo como una serie de eventos que han impactado de manera negativa a la economía y a la sociedad. Es necesario reconsiderar el papel que juega el Estado en dicha economía, un rol que en países de Europa, por ejemplo, se ha votado por una participación más amplia que ponga orden al caos que el mercado anárquico y voraz creó desde la década de los ’80. En México también debe darse un cambio de rumbo, aquí hace falta instaurar un modelo que permita un desarrollo del país incluyente, que esté enfocado a crear y mejorar el empleo, que exista una mejor educación y que invierta en su propio progreso. Es momento de parar el saqueo de recursos nacionales, que pueden ser utilizados para las necesidades propias de éste país y que no vayan a parar a las cuentas bancarias de las empresas y los hombres ya enriquecidos.


martes, 12 de mayo de 2015

Friso cronológico sobre el capítulo 6 de KATZ

A continuación un aporte hecho por mí en el que detallo todos los acontecimientos tanto nacionales como internacionales en los que se vio envuelto el contexto histórico del capítulo 6 "De la alianza a la dependencia. Formación y deformación de una alianza entre Villa y Estados Unidos"
Clic aquí para abrir el friso

domingo, 10 de mayo de 2015

Biografía de Francisco Villa

Pancho Villa

Francisco Villa - Pancho Villa.
(1878/06/05 - 1923/07/20).
José Doroteo Arango Arámbula.
Líder revolucionario mexicano.


Nació el 5 de junio de 1878 en Río Grande, Municipio de San Juan del Rio, Durango. Sus padres fueron Arango y Micaela Arámbula.

Villa crecía para ser ranchero y no aprendió a leer. No tuvo la oportunidad de asistir a la escuela porque su familia le necesitaba para trabajar en la finca y pagar las deudas de su padre. Tras el fallecimiento de su padre se hizo cargo de la familia trabajando de arriero en la hacienda “El Gorgojito” de Agustín López Negrete. En 1894 disparó e hirió al hacendado al encontrarlo ultrajando a su hermana, que tenía 16 años, y tuvo que huir perseguido por la justicia. Permaneció escondido en el monte donde se unió a unos bandoleros dirigidos por Ignacio Parr y cambió su nombre por el de Francisco Villa. Durante aquellos años fue apreciado por repartir entre los pobres gran parte de lo que robaba.

Cuando estalló la Revolución Mexicana en 1910 contra Porfirio Díaz, se puso a las órdenes del líder opositor Francisco I. Madero. Fue un buen jefe guerrillero, reclutó en sus tropas a jornaleros y pequeños colonos desposeídos de sus tierras, y participó destacadamente en varias batallas contra el gobierno federal. Durante la administración de Madero, estuvo a las órdenes del general mexicano Victoriano Huerta, que, desconfiando de él, le condenó a muerte por insubordinación. Escapó a Estados Unidos, pero regresó tras el asesinato de Madero y la llegada al poder de Huerta, en el año 1913, uniéndose al Ejército Constitucionalista creado por Venustiano Carranza. Se hizo con el control del estado de Chihuahua y formó la División del Norte, ocupando las ciudades de Torreón, Ciudad Juárez y Zacatecas. Entró en la ciudad de México junto a Emiliano Zapata en noviembre de 1914, tras rechazar la autoridad de Carranza. Sufrió una grave derrota en Celaya frente al general Obregón, por lo que se retiró al estado de Chihuahua, arrebatando propiedades a los grandes terratenientes.

En un intento de mostrar que Carranza no controlaba el país y de enemistarle con el presidente norteamericano, Wilson, Pancho Villa atacó con sus tropas el territorio estadounidense de Nuevo México y asesinó a 16 ciudadanos de aquel país (9 de marzo de 1916). Wilson envió un ejército bajo el mando del general Pershing al norte de México para acabar con Pancho Villa; pero el conocimiento del terreno y la cobertura que le daba la población campesina le permitieron sostenerse durante cuatro años, a medio camino entre la guerrilla y el bandolerismo.

Tuvo innumerables amantes y fue polígamo ya que con muchas de ellas contrajo matrimonio por la Iglesia. Villa no fue un hombre bello, pero sí una figura poderosa y no faltaron mujeres para yacer con él. El número de sus amantes es imposible de averiguar, sin embargo se han documentado hasta 23 esposas. Se considera que Luz Corral, fue el gran amor de su vida, aunque desde luego que no fue el único, y con casi todas sus mujeres, Villa dejó descendencia.

Al caer Carranza en 1920, el nuevo presidente Adolfo de la Huerta le ofreció una amnistía y un rancho en Parral (Chihuahua), a cambio de cesar sus actividades y retirarse de la política. Villa aceptó, pero murió tres años después, asesinado en Parral por motivos políticos, durante la presidencia de Obregón.

El 20 de julio de 1923, Francisco Villa emprende el último viaje, pues se le tiende una emboscada en Hidalgo del Parral, Chihuahua, en la que muere acribillado junto con su amigo, el coronel Miguel Trujillo dentro de su automóvil. 

Los primeros levantamientos anti-estadounidenses

De la alianza a la dependencia. Formación y deformación de una alianza entre Villa y Estados Unidos

Del libro "Los Nuevos Ensayos Mexicanos" de Friedrich Katz

Katz muestra que analizar o comprender a un individuo sólo se puede hacer desde una visión global de su experiencia y contexto; y, en sentido inverso, que sólo a través del análisis de múltiples individualidades insertas en múltiples relaciones sociales se puede realizar una comprensión total del objeto que se pretenda analizar. Así pues, en su forma, contenido y metodología éste es un libro muy interesante tanto para especialistas como para un público interesado en cómo escribir historia.
     José Doroteo Arango Arámbula conocido como Francisco Villa (Pancho), tenía una relación algo amistosa con Estados Unidos, muchas veces recibía de ellos armas, municiones y pertrechos, Villa actuaba en el norte y tenía simpatizantes y mucha popularidad, tanto así que muchos periodistas iban a México a hacerle entrevistas, y a filmar sus batallas.
Villa y sus seguidores
     En aquel entonces México se encontraba sumergido en una sangrienta guerra civil que duro muchos años, mejor conocida como Revolución mexicana, durante este conflicto, el gobierno estadounidense mostró cierta simpatía por Pancho Villa por lo que se forjo una alianza en la que los americanos otorgaban provisiones a los villistas.
Mujer con sus hijos durante la revolución

     Sin embargo el presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson esperaba que la Revolución Mexicana desembocara en una democracia estilo estadounidense, con elecciones libres y el mantenimiento del sistema de la libre empresa. En tanto que Wilson abogaba por algún tipo de reforma agraria en México, también mencionó claramente que debían ser respetados los intereses extranjeros y que no se debían llevar a cabo reformas a costa de ellos y en repetidas ocasiones exigió que los revolucionarios garantizaran todas las propiedades pertenecientes a los estadounidenses.
     El problema fue que los tiempos cambiaron y los Estados Unidos y otros países reconocieron en 1915 al gobierno capitalino de Carranza y Obregón. En venganza Villa invade sorpresivamente la fronteriza ciudad de Columbus, la arrasa y se retira, los invadidos mandan al general John Joseph Pershing con un cuerpo del ejército en su búsqueda para hacer justicia, pero el resultado fue un completo fracaso. Aparte de que tuvieron bajas, ya que los mexicanos de ambos bandos lo atacaron, nunca capturo a Villa y regresó derrotado.
Columbus tras el paso de los Villistas